Basada en una novela de ese genio literario del terror que es Stephen King y dirigida por Stanley Kubrick en 1980. El argumento narra un escritor que lleva a su familia a un hotel, el Overlook para ejercer de vigilante de este durante el invierno que es cuando quedaba cerrado. El relato original cuenta como los fantasmas y espíritus del lugar se hacen con Jack Torrance, el nuevo vigilante, para convencerle de que asesine a toda su familia. Stanley Kubrick le dio un giro de tuerca más imprimiéndole a la historia el componente psicológico: el de sentirse totalmente aislado.
El escenario es tan importante que casi es un personaje más. Largos pasillos repletos de puertas y misterios. Kubrick recurrió a este efecto de seguir con la cámara al pequeño Danny a bordo de su triciclo mientras recorre el hotel. En esta ocasión, descubrirá una de las imágenes imprescindibles del film: las gemelas.
Soy de los de la opinión que sin un actor de la talla y expresividad de Jack Nicholson, el resultado para nada habría sido el mismo. Esta es una de las escenas más conocidas, probablemente la que más. Torrance, ya presa de la locura, se dispone a hacer filetes a su mujer y su hijo. Diciendo aquello de "cabritillos, cabritillos, . . ." destroza la puerta, tras la cual se esconden estos, a hachazo limpio. Imagen imposible de olvidar.
El señor Hallorann se marca todo un viaje para volver al hotel haciendo caso a su presentimiento de que algo horrible está pasando. Y precisamente horrible es lo que le pasa a él. Que tiene narices que después de hacer el trayecto hasta allí, nada más llegar le endosen un señor hachazo. Atención a la música, que es de lo más crispante.
El joven Danny se la juega bien a su padre volviendo sobre sus propios pasos y engañándole, de tal modo, que ya no consigue salir del laberinto y es vencido por el frío. En el vídeo vemos dos imágenes que también se quedarían en la retina de los espectadores: la de la avalancha de sangre que inunda la entrada del hotel y la de Jack Torrance congelado.
El escenario es tan importante que casi es un personaje más. Largos pasillos repletos de puertas y misterios. Kubrick recurrió a este efecto de seguir con la cámara al pequeño Danny a bordo de su triciclo mientras recorre el hotel. En esta ocasión, descubrirá una de las imágenes imprescindibles del film: las gemelas.
Soy de los de la opinión que sin un actor de la talla y expresividad de Jack Nicholson, el resultado para nada habría sido el mismo. Esta es una de las escenas más conocidas, probablemente la que más. Torrance, ya presa de la locura, se dispone a hacer filetes a su mujer y su hijo. Diciendo aquello de "cabritillos, cabritillos, . . ." destroza la puerta, tras la cual se esconden estos, a hachazo limpio. Imagen imposible de olvidar.
El señor Hallorann se marca todo un viaje para volver al hotel haciendo caso a su presentimiento de que algo horrible está pasando. Y precisamente horrible es lo que le pasa a él. Que tiene narices que después de hacer el trayecto hasta allí, nada más llegar le endosen un señor hachazo. Atención a la música, que es de lo más crispante.
El joven Danny se la juega bien a su padre volviendo sobre sus propios pasos y engañándole, de tal modo, que ya no consigue salir del laberinto y es vencido por el frío. En el vídeo vemos dos imágenes que también se quedarían en la retina de los espectadores: la de la avalancha de sangre que inunda la entrada del hotel y la de Jack Torrance congelado.
Fuente: clubcinefilos.blogspot.com/
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